Precisamente ahora, que se cumplen 520 años del descubrimiento, conquista y posterior evangelización de América por parte de España. Bueno será recordar y …
“tener claro lo que hemos sido, lo que somos, lo que podemos ser, lo que tenemos que ser —si queremos ser nosotros mismos—. Vale la pena intentar dar razón de España; y esa razón no puede ser más que razón histórica”. (Julián Marías)
Y esa “razón histórica”, alcanza su plenitud en la consolidación de la unidad peninsular, para luego darse hacia afuera “rompiendo los viejos límites del mundo conocido”, construyendo lo que luego hemos venido a llamar Hispanidad. (Es el “proyecto de vida en común de todos los pueblos de lengua y cultura hispánicas” -R.A.E.)
No hay en la Historia universal obra comparable a la realizada por España, porque hemos incorporado a la civilización cristiana a todas las razas que estuvieron bajo nuestra influencia. (Ramiro De Maeztu)
Dios ha confiado a la nación española la misión de hacer realidad en la tierra una determinada concepción del hombre y de la vida. Hay coincidencia entre este pensamiento y el del Papa Juan Pablo II reiteradamente expresado:
– “Gracias España, porque la parcela más numerosa de la Iglesia de hoy cuando se dirige a Dios lo hace en español.” (Santo Domingo,1984)
– «La fe cristiana y católica constituye la identidad del pueblo español», (Discurso en Santiago, 9.11.1982).
García Morente utiliza entonces la expresión de Maeztu diciendo: “Eso es la Hispanidad”.
La obra de España en América no consistió en provocar cambios económicos ni en fundar nuevas naciones sobre el solar indígena, ni en abrir caminos o establecer ciudades, sino, esencialmente, en sembrar “hispanidad”; un orden de valores cristiano y noble, una forma específica de caballería. (Luis Suárez)
La obra de España fue un proyecto de cultura, de evangelización y de educación. España no fue a escribir sobre páginas en blanco, sino sobre páginas que ya estaban escritas, y así establecieron el respeto a las costumbres cuando no eran bárbaras, y la participación social de los indígenas, y se mezclaron con ellos por la sangre y por el espíritu: es el milagro grandioso y único que se llama “mestizaje”. El mestizaje cultural y espiritual del genio hispano peninsular, crisol de razas, con todos los pueblos y provincias de Ultramar. (Manuel Brants Reyes)
Esta propensión a lo transcendente y la aversión por lo inmanente fue lo que capacitó al español para romper el estrecho marco de la vida medieval europea, para vencer el particularismo de los señores feudales, de las ciudades y de los gremios, de los cismáticos y de los individualistas, descubrir nuevos países, dar la vuelta al mundo y unir a innumerables pueblos de distintas razas e idiomas en un inmenso imperio universal y católico, que se concretaba en un Dios, una Fe y un Imperio (Karl Vossler)
El Papa Pio XII (1939-1958), que de su pluma salieron hasta 129 textos acerca del espíritu de nuestra gran epopeya misionera. “La epopeya gigante con que España rompió los viejos límites del mundo conocido, descubrió un continente nuevo y le evangelizó para Cristo”
Todo los textos anteriores nos recuerdan que “Es la Hispanidad”; Para terminar, de nuevo, con el Beato Juan Pablo II
“España se tu misma. Aviva tus raíces” “Sed fieles a vuestra historia de Fe”
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