Al “pobre” gayardon se la lían sus amigos: niñatos del sistema, “pijis”, “ocupas de finde” y “consentidos” varios. Protestan contra él, que desagradecidos, con su envidiable curriculum “pogre”; Portada de ZERO, caravana del Orgullo gay, admirador de ZP, íntimo de Polanco y Gabilondo, Wyoming es muy bueno…
Tú, Gallardón, que les permites “acampada libre” en SOL, mientras pretendes recluir indigentes y prohibir hombres anuncio.
Tú que nos les cobras por metros de “terraza”, que no les multas por hacer botellón, por contaminación acústica y de la otra, por invadir y mear en la calzada… en definitiva, por saltarse todas las ordenanzas municipales. Con tu Policía Municipal a las ordenes de Rubalcaba y los “consentidos” (o eran indignados) y con tus agentes chuleando al resto de madrileños.
Tú, alcalde “funambulista”, que no sabes ya a que “olimpiadas” jugar (alcaldía, vicepresidente o ministro de Rajoy).
Entérate Gallardón, perdón Alberto (o era Alfredo), estás acabado, te has caído del “cable” y tienes menos futuro que tu amigo Alfredo.
Tu voz “acampanada” (“No es de justicia”), tu perrita Olimpia y tu nene llorando en el País, no nos convencen. Vete a decir a los comerciantes de Sol:
– No es de justicia
Tú y tu amigo Alfredo, sí que no hacéis Justicia y denigráis a la policía; Cría cuervos…
PS: Estos chicos indignados por lo menos son consecuentes.
“Palo a la burra blanca, palo a la burra negra…”
Pues no. No es de justicia: es de risa.
Porque no me creo, de la misa, la media.
Después de ser cómplice de Rubalcaba, al haber ejercido tanta condescendencia con los okupas de Sol, y haber caído en el más absoluto de los descréditos, Albertito necesitaba un golpe de efecto para mejorar un poquito sus maltrechas, y esperemos que desahuciadas también, trayectoria política e imagen pública. Y ya tenemos ese golpe de efecto.
Según nos quieren hacer creer, anteayer Albertito bajó a pasear al perro y a su señora (y seguro que por ese orden; do you mean, «pulpo»?) y cincuenta “alborotadores” se la liaron.
Me juego lo más sagrado a que más de la mitad pertenecen a la siniestra nómina de los del blazqueo de historiales. Y de capitales.
¿Pero es que se creen que nos chupamos el dedo?.
Si una panda de “naúfragos de la indignación” (pero de los de verdad, no de pega como los de anteayer) se reúnen en número de cincuenta ¿se van a conformar con montarle al señorito alcalde una cacerolada y unos abucheos? Y encima ¡dejándole hablar y decir eso de que “esto no es de justicia”!.
El tío que se en el video situado al lado de Gallardón, el de la camisa a cuadros y mirada “inteligente” ¿también era un perroflauta?. ¿O me equivoco si digo que en la riñonera llevaba un 9 parabellum reglamentario?.
¡Y qué rápido llegó la policía que, según las noticias, hasta tuvo tiempo de cortar calles!. Sospechosamente rápido ¿verdad?.
Y hoy nos salen con que se va investigar la grabación, captada por una cámara de videovigilancia. Pues será la primera vez en la historia de la tecnología de la seguridad que a una cámara de videovigilancia… ¡le tiembla el pulso!.
Y la guinda del pastel es la pantomima escrita hoy por Rodriguín en El País…
Dices, Rodriguín, que sentiste miedo.
Verás, Rodriguín: miedo es lo que seguro que sintió el consejero de Cultura de Murcia (del mismo partido que tu papá) cuando el pasado mes de enero cuatro energúmenos (cuatro, y no cincuenta como ayer) le partieron literalmente la cara.
Miedo es lo que seguro que el concejal bilbaíno Luis Hermosa (también del mismo PP que tu papaíto) sintió el pasado sábado, junto con sus escoltas, cuando veinte (veinte, que no cincuenta) batasunos zarandearon su coche. (Y no precisamente con la intención de abuchearle).
Miedo, Rodriguín es lo que sentiría, si pudiera, cualquier embrión humano cuando la zorrita de su mamá va a los centros de salud municipal (centros que, en último extremo, dirige tu papaíto) a que la den una “píldora del día después” con la quitarse “ese grano”.
Miedo, majete, es lo que sienten los miles de funcionarios del ayuntamiento que dirige tu papá, por si por un simple gesto, pudieran ser tachados como “desafectos” a los ojos de los mil y muchos asesores-comisarios de esa “red-6000” con la que tu padre paga favores y coloca a amiguetes.
Miedo, monín, es lo que siente cualquier vecino que vive en zona de botellón cuando se acerca el fin de semana. O miedo es el que tiene cualquier vecino si le ponen debajo de su casa un garito, pues sabe que aunque se rompa el dedo marcando el teléfono de la policía de tu papá, sabe de antemano cuál es el caso que le van a hacer.
¡Y tú, Rodriguín, dices que tienes miedo porque a tu papá le chillan y le llaman “mentiroso”!.
¡Sabrás tú lo que es el miedo… !