
La campaña se tiñe de ROSA.
Todos los medios, digitales, escritos, confidenciales etc; abren sus portadas, editorializan y opinan sobre el TEMA. Hablan de «golpe bajo», «guerra sucia», mezquindad, difamación, insinuaciones malévolas… ante la pregunta de Sebastián sobre las implicaciones del alcalde en la «Operación Malaya» (mostrando la fotografía de Monserrat Corulla). Hay práctica unanimidad (Gallardón bueno- Sebastián malo), ciertamente hipócrita, porque se aprovechan para manosear más el tema, el morbo y continuar con insinuaciones de todo tipo dignas de la mejor «salsa rosa».
¿Vale aquí esa vieja creencia periodística de que «los hombres públicos no tienen vida privada»?
– O es Si o es No, pero no medias tintas según convenga.
Gallardón, soberbio y altanero, se vio sorprendido por la exhibición de la fotografía en el debate de TVE, nunca pensó que gracias a sus buenas relaciones con «PRISOE» y el lobby Gay le atacaran por ese flanco. Pero se sigue cumpliendo el…
«Roma no paga traidores».
Continuando con frases latinas adaptadas a los nuevos tiempos…
«El cesar (Gallardón), no sólo ha de ser decente sino parecerlo».
Me surgen dos preguntas:
¿Confianza en el futuro?
– Sí , pero hay que empezar por el presente y por la «casa» de cada uno.
¿Don de va MADRID con estos dos, Sebastián y Gallardón?
– Madrid no se merece Alcaldes malos malos y «tomboleros».
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